La Riviera Maya es un indescriptible paraíso en cualquier época del año, pero los viajeros que se animen a visitarla a finales de octubre y principio de noviembre van a encontrarse con unas celebraciones especiales: el llamado «Día de los muertos», fechas en las que los mexicanos recuerdan y agasajan a sus seres queridos ya fallecidos con un gran despliegue de ritos ancestrales que no dejarán indiferente al viajero.
Qué se celebra en el día de los muertos
El paso de la vida a la muerte es algo que causa, en general temor, incertidumbre y admiración en prácticamente todas las culturas y esto ha provocado que, en muchas de ellas, se hayan generado creencias en torno a la muerte desarrollando toda una serie de ritos y tradiciones para honrarla, venerarla, espantarla e incluso para burlarse de ella.
En México se percibe la muerte de una manera muy peculiar y los mexicanos utilizan la sátira para burlarse de ella.
Las catrinas en el día de los muertos
Un claro ejemplo de esta expresión es la famosa y popular Catrina, bautizada en su origen como «Calavera Garbancera» , desnuda y sólo adornada con un gran sombrero y conocida así porque representaba a los indígenas que pretendían ser europeos, fue creada por el caricaturista José Guadalupe Posadas como parodia a los vivos en el año 1913.
Más adelante el famoso pintor Diego Rivera la incluye, vestida como una dama de la alta sociedad, en un mural llamado «Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central» pasando a convertirse desde ese momento en la famosa Catrina.
La noche de los muertos en la Riviera Maya
Tanto en Playa del Carmen como en muchas otras ciudades de México es muy importante su presencia y, simplemente dando un paseo por la Quinta Avenida de Playa del Carmen podemos ser testigos de su protagonismo encontrando esta simpática imagen tanto en prendas de ropa, bolsos, sombreros o llaveros como en figuras y esculturas de los mas diversos materiales.
Las principales civilizaciones del área mesoamericana, aztecas y mayas desarrollaron multitud de rituales para rendir culto a sus antepasados muertos. Los mexicanos tenían la creencia que después de la muerte habían varios posibles destinos:
- Tlatocán, dios de la lluvia, donde iban los fallecidos en circunstancias relacionadas con el agua o los niños sacrificados al dios de la lluvia.
- Omeyocán, paraíso del Sol, donde llegaban los muertos en combate, los cautivos sacrificados y las mujeres que morían en el parto.
- Mictlán, lugar destinado a los que fallecían por muerte natural.
- Chichihuacuauhco, donde llegaban niños muertos antes de su consagración al agua y encontraban el árbol de cuyas ramas goteaba leche y los alimentaba hasta que regresasen a la tierra al desaparecer la raza que la habitaba, provocando un renacimiento de la muerte a la vida.
Con la llegada de los españoles en el siglo XVI se dio lugar a un sincretismo que mezcló tradiciones europeas y prehispánicas y se hizo coincidir la festividad católica de Todos los Santos con la celebración mesoamericana dando lugar al Día de los Muertos.
Elementos imprescindibles de la Riviera Maya
En México es muy importante esta fiesta y se preparan con mucho cariño los altares, siguiendo unos rituales en los que no pueden faltar los siguientes objetos:
- Las calaveras de dulce con el nombre del difunto escrito en la frente y que son consumidas por familiares y amigos.
- El pan de muerto, elaborado con anís y que tiene forma de cráneos o huesos.
- Las flores diversas, pero en especial la cempasúchitl, que atrae y guía el alma de los muertos.
- El retrato del difunto que se coloca en el altar, de espaldas y frente a un espejo para que el finado sólo,pueda ver el reflejo de sus muertos y estos a su vez sólo le vean a él.
- Un cuadro, lámina o pintura de las Animas del Purgatorio.
- Doce cirios, cuatro de ellos representando los puntos cardinales para que el ánima disponga de orientación para encontrar su casa.
- Agua para mitigar la sed del difunto y sal.
- Una cruz (símbolo introducido por los españoles) en la parte superior del altar, al lado de la foto del difunto y que puede ser de sal, tierra, cal o ceniza.
- Calabaza de tacha, que se confita en las calderas donde se fabrica el azúcar.
- Papel picado, de colores vivos, recortado con calaveritas y figuritas, considerado como la alegría del festival.
- Un arco de cañas y flores para ayudar al abandono del cuerpo terrenal.
- Una vara de tecojote para ayudar a abrirse paso al alma que viene a visitar a sus parientes.
- El imprescindible «copal«, resina que purifica con su humo al ser quemada.
- Comida que fuera del agrado del fallecido y bebidas alcohólicas que también fueran de su gusto, como tequila, cerveza, mezcal o pulque.
Tradiciones del día de los muertos
En los días previos y la tarde del 31 de octubre ya se procede a la limpieza de las tumbas. Hago aquí un inciso para explicar el sentido de humor tan propio de los mexicanos ante la muerte y lo divertido que puede ser leer las esquelas que les dedican a sus muertos. Si visitáis el parque de Xcaret, podéis ser testigos de estas originales esquelas mortuorias en la recreación de un cementerio que tienen allí montada.
El día 1 de noviembre ya se procede al montaje de los altares, siendo común la presencia de mariachis alegrando con música los preparativos.
Para los que visitan México en estas fechas les puede suponer un tanto curioso y pintoresco el protagonismo y la importancia que se le da a estas celebraciones, pero todo ello no deja de ser una expresión cultural que siempre enriquece y abre la mente a una mejor y mayor comprensión de estas manifestaciones populares.
Estas «sandalias descalzas» tuvieron la oportunidad hace pocos años de «vivir» y compartir una noche de difuntos con una pequeña comunidad maya ubicada en plena jungla en el estado de Quintana Roo, en un poblado llamado Tres Reyes y muy cercano a las ruinas de Coba.
Fue una experiencia única, inolvidable y probablemente irrepetible admirar los preciosos altares arreglados con infinito cariño, respeto y veneración y recibir un trato extremadamente hospitalario por parte de sus gentes que tuvieron a bien compartir con nosotros unos manjares simplemente deliciosos, todo ello a la orilla de un precioso cenote.
En ocasiones nos preguntan si realizamos excursiones en la Riviera Maya el día de los Muertos. Cerca de aquí se podría vivir la experiencia en Comunidades Mayas, el hecho de que no realicemos excursiones es por un respeto a ellos mismos, ya que son ceremonias muy íntimas que les gusta llevarlas a cabo entre los familiares más próximos.
En el Palacio Municipal de Playa del Carmen todos los años realizan un Concurso de Altares con representaciones muy bonitas que merece mucho la pena visitar.
Así que, ya sabéis, viajeros otoñales, tenéis una buena excusa para visitar la Riviera Maya y disfrutar de una forma diferente el Día de los Muertos.