Quién iba a imaginar hace apenas veinte años que un pequeño pueblo de pescadores de apenas 10.000 habitantes llegaría a ser uno de los balnearios más reconocidos de México, La Quinta Avenida de Playa del Carmen es un punto de obligada visita hoy en día para miles de turistas que visitan el Caribe Mexicano.
Conoce la Quinta Avenida de la Riviera Maya
Sí, nos referimos a Playa del Carmen, y hablar de Playa del Carmen significa hacer una obligada reseña a su avenida principal: «La Quinta «, como la llaman con cariño los playenses.
Quinta Avenida (Fifth Avenue) es sinónimo de compras, moda y alta costura en Nueva York. En resumen, glamour a tutiplén. Pues sí, también este nombre define a la avenida más famosa de Playa del Carmen, centro neurálgico de la ciudad y principal zona comercial donde podemos encontrar de todo durante las 24 horas del día y los 365 días del año.
La Quinta Avenida de Playa del Carmen es la calle más visitada por turistas nacionales y extranjeros y alcanza unos cuatro kilómetros de largo, desde la calle dos a la cuarenta y seis a fecha de hoy.
Señalar que, de año en año se va haciendo más extensa, siendo sus cambios notorios y sorprendentes. A partir de la Avenida Constituyentes los habitantes de Playa la han denominado, de forma extra oficial, como la Nueva Quinta, pues se trata de la parte nueva y de ambiente bohemio de este importante destino turístico.
Esta vía recorre la localidad en paralelo a la costa, en segunda línea de playa, donde las avenidas van numeradas de cinco en cinco, siendo la más cercana al mar la número uno; a continuación viene la quinta, la diez, quince, veinte…etc. Mientras tanto las calles en Playa del Carmen van de 2 en 2, la 2, 4, 6, 8… Por lo que se hace muy fácil ubicarse en Playa del Carmen.
Qué hacer en la Quinta Avenida de playa Carmen
Todo el recorrido es peatonal y está plagado de restaurantes, bares donde tomar tu cerveza mexicana preferida, hoteles, agencias de excursiones en Riviera Maya, agencias de alquiler de coches, tiendas, joyerías y boutiques para todos los gustos y bolsillos.
Podríamos decir que La Quinta es una calle con vida propia que cambia paulatinamente con el transcurso del día ofreciendo al visitante diferentes versiones según van girando las manecillas del reloj.
La visita a primera hora de la mañana nos regala una calle tranquila, semi vacía, ideal para pasear tranquilamente a las mascotas y para hacer deporte sin tener que esquivar continuamente el tráfico rodado, pues toda ella es peatonal.
Es una buena forma de empezar el día sentándose en una de las coquetas terrazas de los locales más madrugadores y tomar un buen café con «cuernito»(croissant) observando como la calle se despereza abriendo tiendas, colocando sombrillas y limpiando jardines y aceras.
En general las mañanas de La Quinta Avenida de Playa del Carmen suelen ser tranquilas; debido al caluroso clima, la gente prefiere pasar esas horas disfrutando de la playa, de los deportes acuáticos o haciendo alguna excursión par las maravillosas tierras de los mayas.
En los días que amanecen nublados se suele ver más movimiento de turistas que, dejando un rato las tumbonas de la playa, invierten la mañana en ir de compras por sus numerosas tiendas y centros comerciales. Apuntar que cinco años atrás no habían centros comerciales, a excepción de una pequeña plaza al comienzo de la quinta, llamada Paseo del Carmen, que contaba con algunas tiendas multinacionales. En los últimos tres años se han abierto dos grandes centros que cuentan con numerosas tiendas, restaurantes, cafeterías y zonas de ocio.
Pasear por La Quinta Avenida a media mañana puede resultar un tanto pesado debido al calor y al continuo abordaje de los empleados de las tiendas que se lanzan, literalmente, a la caza y captura del turista.
Si queremos cambiar dinero, a lo largo de la avenida encontramos muchos sitios, aunque es recomendable caminar un poco y ver donde ofrecen mejor cambio, ya que la diferencia puede ser notoria de un sitio a otro.
Nada mejor para reponer fuerzas que meterse » entre pecho y espalda » un potente desayuno al más típico estilo mexicano donde no puede faltar la «litrona» de jugo de frutas natural, los huevos rancheros con frijoles o las enchiladas con queso «panela» en cualquiera de los establecimientos que bordean la avenida.
A la hora de comer podemos elegir cocina mexicana, argentina, italiana, española, japonesa y de cualquier lugar del mundo con precios asequibles a cualquier bolsillo.
No dejéis de visitar la pequeña, coqueta y singular capilla de Nuestra Señora del Carmen que nos ofrece, detrás del altar, unas increíbles vistas de las turquesas y cristalinas aguas del Mar Caribe.
Importante señalar que en la quinta hay una estación de autobuses del ADO, desde los que podéis viajar a las principales ciudades del Yucatán y a otras zonas de la república.
Recomendamos llevar a punto las cámaras y los móviles (celulares) para inmortalizar las coloridas tiendas de artesanías, las curiosas fachadas de algunos hotelitos o los cancheros emplumados que ofrecen por la calle espectáculos de danzas prehispánicas como los voladores de Papantla.
Al caer la tarde, con el ocaso, La Quinta Avenida se va transformando gradualmente llenándose de bulliciosos visitantes ávidos de disfrutar y vivir la tarde-noche-madrugada de esta «variopinta» y singular ciudad caribeña.
Con la noche, luces multicolores, mesas con elegantes manteles iluminadas con velas que invitan a una cena romántica, exposiciones callejeras, grupos de mariachis y restaurantes con música en vivo harán que nos sintamos unos auténticos privilegiados.
Para los amantes de los «sones caribeños», establecimientos como «La bodeguita de enmedio» ofrecen clases gratuitas de salsa y cena con auténtica comida «criolla» cubana amenizada con una fantástica orquesta.
La gente joven también tienen, a la altura de las calles diez y doce, un abanico extenso de locales con música hasta altas horas de la madrugada donde salir de Fiesta en Playa del Carmen.
Por último, con todo nuestro cariño y con un velo de nostalgia, hacer una mención especial a la ya desaparecida «Calle Corazón», durante años emblema de La Quinta.
Este acogedor callejón partía de un punto de La Quinta y regresaba a ella trazando un pequeño círculo.
Estaba decorado naturalmente por grandes árboles entre los que discurrían pequeñas galerías de arte, cafeterías y coquetos restaurantes con tiendecitas de productos selectos; todo ello iluminado tenuemente por luces muy discretas que le daban un aire mágico y especial.
Lamentablemente esta plaza cayó en las garras de la especulación y desapareció hace un par de años para dar lugar a una gran mole de cemento, acero y escaleras mecánicas que conforman un centro comercial llamado «Calle Corazón».
Para los que la hemos vivido, paseado y sentido, la Calle Corazón seguirá por siempre y como su nombre indica, grabada en nuestros corazones.